Reproductor de música.

domingo, 10 de marzo de 2013

Esa noche..

Noche. Noche encantada, ligera, hechizada. Noche de estrellas fugaces, de deseos absurdos y locos, casi asombrosos. Deseos casi imposibles. Noche de locura. Noche inolvidable. Noche que parece inacabable. Pero de nuevo se hace de día. Un rayo de luz entra por la ventana, te levantas y sonríes. No sabes muy bien como comenzó todo. Hay momentos que no los recuerdas con exactitud. Sólo sonríes. Sabes que todo esta bien y sólo quieres volver allí. Sólo quieres volver a vivir todo, por que sabes que a su lado eres feliz. Aunque en el fondo estas preocupada. No sabes cuando se volverá a repetir momentos así. No sabes siquiera, si volverás a hablar con él. O si le volverás a ver. Y eso te preocupa, pero no puedes hacer nada; sólo esperar. Entonces intentas recordar en que momento comenzó todo, y entonces es cuando descubres que todo comenzó mucho antes de lo que esperabas. Te preguntas por que habiendo 1.756.867.867.834 de personas en el mundo, fue él el elegido. Y no te das cuenta que de alguna forma, él ha sido quien te ha dado el valor necesario para no ignorar tu pasión. No quieres que tu vida sea tan sólo una sucesión de días en los que sólo esperas que el tiempo pase, sin una sonrisa, sin una emoción, sin la esperanza del éxito deseado. Puede que te caigas mientras lo intentas, sí, pero te levantarás y lo conseguirás. Y entonces sabes que fue él, el único que te enseñó que el secreto para vivir mejor es reír y soñar.


1 comentario: